Casa de Uturunco

Este lugar forma parte de una unidad territorial sagrada que abarca desde la entrada al sitio por el camino público, pasando por el Camino del Yastay, el Mojón, los dos cerros intraterrenales, y finalizando el recorrido, la Casa del Uturunco. Este sitio, habitado y custodiado por el espíritu del Uturunco. También conocido como Siguiman, comienza a tomar sus particularidades desde la entrada misma del recorrido sagrado, una vez que se deja atrás el camino público. De acuerdo a la tradición oral comechingona, el puma o Uturunco (hombre puma), en tanto garante de este territorio, lo es también de toda la comunidad, pero más específicamente es el protector de las mujeres. Se dice de Uturunco que es un espíritu felino, masculino, y como tal, muy celoso. Es por esto que existen reglas implícitas sobre cómo acceder a estos lugares, con respeto y pidiendo permiso, para no ofender su ánimo. Además, en la comunidad se sabe que la proporción justa para ingresar es de un hombre cada siete mujeres. Pero en cualquier caso, es el espíritu del Uturunco el que terminará por decidir, mirando al corazón y leyendo la intención de la persona, si uno es aceptado o rechazado para ingresar.

También conocido como Siguiman, se dice de este espíritu del hombre jaguar que al tiempo que protege el territorio, también se expresa de forma jocosa, jugando con las personas, riéndose de ellas, aunque sin hacer daño. Es una característica de su personalidad, al igual que los demás espíritus que expresan otras personalidades, y cualquier persona de la comunidad que tenga pensado ingresar al sitio, sabe de antemano que ese “tono” marcará el camino.

Mariela Tulián, Casa de Uturunco - agosto de 2016, San Marcos Sierras, Córdoba.